«muchos terrenos silíceos, que abandonados á si mismos, se cubrem rápidamente de jaras (sobre todo el Cistus monspeliensis), (…) por poco que las plantas sean respetadas por los ganados, se vé surgir en breve de enmedio de los arbustos, el roble, la encina e sobre todo el alcornoque»

— Jordana (1872)

Aprovechar y potenciar áreas de regeneración natural de alcornoque y de encina en los montados